Comprar una vivienda sin entrada (es decir, sin tener que pagar el tradicional 20% de enganche o cuota inicial) es difícil, pero no imposible. Aquí os contamos algunas estrategias y opciones que os podrían ayudar:
1. Préstamos hipotecarios del 100%.
En algunos países o regiones, existen entidades financieras que ofrecen hipotecas del 100% del valor de la vivienda. Sin embargo, suelen requerir:
- Ingresos estables y demostrables.
- Buen historial crediticio.
- Aval o garantía adicional (como otra propiedad).
Ejemplo: Algunos bancos en España ofrecen hipotecas del 100% si la vivienda es de su propiedad (propiedades adjudicadas).
2. Subrogación de hipoteca.
Consiste en asumir la hipoteca del propietario actual. Si ya hay un préstamo vigente sobre la vivienda, podéis «heredar» esa deuda, evitando pagar entrada.
- Negociado directamente con el vendedor y el banco.
- Útil en viviendas de segunda mano.
3. Alquiler con opción a compra.
Pagáis un alquiler mensual y parte de ese dinero se descuenta del precio final de compra.
- Generalmente se firma un contrato a 2-5 años.
- Al final del plazo decidís si compráis.
4. Comprar con ayuda de familiares o cofirmantes.
Si no podéis pagar la entrada, un familiar puede:
- Donaros el importe del enganche.
- Ser vuestro avalista o cotitular del préstamo.
5. Programas gubernamentales o subsidios.
Muchos gobiernos tienen planes de ayuda para:
- Compradores jóvenes.
- Famílias con pocos ingresos.
- Primeros compradores.
Estos planes ofrecen:
- Subvenciones para pagar la entrada.
- Créditos con condiciones ventajosas.
- Reducción de impuestos o gastos.
Consideraciones importantes.
- Mayor riesgo financiero: Al no aportar entrada, el monto a financiar es más alto y podríais terminar pagando más intereses.
- Valor de tasación: A veces el banco financia el 100% del valor de tasación, no del precio de venta.
- Costes adicionales: Aunque no paguéis entrada, debéis cubrir otros gastos (notaría, registro, impuestos), que suelen ser entre el 8% y 12% del precio.
